Existe una fuerza que nos ha acompañado desde el principio de los tiempos, nos da calor, nos protege y, al mismo tiempo, enciende algo profundo en nuestra alma: el fuego. Baila, arde, brilla – un símbolo de pasión, transformación y energía indomable. La imagen de arriba captura este momento mágico: las llamas iluminan la oscuridad,
