Este videoclip captura la esencia del trabajo con sonido y frecuencias: un lugar tranquilo en plena naturaleza, personas en esterillas, ojos cerrados y respiración serena. Los sonidos crean arcos de tensión y los liberan; las frecuencias conducen al cuerpo hacia micro-movimientos finos, impulsos de estiramiento y momentos de soltar. El foco no está en el rendimiento, sino en la percepción somática y la regulación.
Escena por escena: el desarrollo de la sesión
- Llegada y sensación del espacio: esterillas, mantas, cojines; un marco claro y seguro. Instrumentos visibles como címbalos tibetanos, sonajas, tambor, cuencos cantores; además, un set musical.
- Apertura: el grupo dirige la atención hacia dentro. Con los primeros sonidos, la relajación se hace visible.
- La primera ola: impulsos rítmicos “despiertan” el cuerpo. Surgen micro-movimientos, un temblor suave, estiramientos espontáneos: señales de que el sistema nervioso empieza a regularse.
- Intensificación: acentos percusivos alternan con frecuencias fluidas. Algunas personas muestran descarga emocional (exhalación profunda, suspiros, ojos húmedos). Todo permanece autoguiado, sin pautas.
- Calma e integración: los sonidos se expanden, el tempo desciende. Las manos descansan sobre corazón o abdomen, la respiración se vuelve más uniforme; el cuerpo encuentra quietud y enraizamiento.
El sonido y las frecuencias actúan como un campo de resonancia: abren una pista que el cuerpo sigue desde dentro.
Lo que (no) ocurre aquí: no es coreografía, sino inteligencia corporal
- El trabajo energético aparece como sensación: calor, hormigueo, pesadez/ligereza.
- Las vibraciones estructuran la atención y el tono muscular: sin obligación, sin metas impuestas.
- Las respuestas somáticas son individuales: estirarse, girar, temblar, olas de movimiento suave, quietud.
Por qué actúan las frecuencias
- Las frecuencias repetidas sincronizan ritmos internos (respiración, tensión/relajación).
- El cuerpo reorganiza patrones; la descarga se vuelve posible.
- Tras la ola, la calma consolida el cambio, a menudo sostenida por el contacto con el suelo y la respiración.
¿Para quién es Innerdance adecuada?
Para quienes desean explorar el trabajo energético de una forma nueva, especialmente si valoran las señales corporales sutiles y los espacios no verbales.
Nota: esta práctica no sustituye ningún tratamiento médico ni psicoterapéutico.
Preguntas frecuentes (FAQ):
¿Cómo “sabe” mi cuerpo cómo moverse?
A través de la percepción somática: los sonidos y las vibraciones aportan estímulos; tu sistema nervioso responde con lo que es adecuado en ese momento, desde la quietud hasta el movimiento.
¿Necesito experiencia previa?
No. Basta con ropa cómoda y una actitud abierta.
¿Qué instrumentos/frecuencias se ven en el vídeo?
Variable: p. ej., cuencos cantores, címbalos tibetanos, sonajas, tambor, además de ondas sonoras del set musical.
